martes, 10 de diciembre de 2013

Bárbara y el río

(A propósito de pesebres)

Todo ocurrió rápidamente. Una serie de objetos flotaban en el río, era ropa de mujer, zapatos de tacones, una cartera elegante y una chaqueta corta bordada en lentejuelas. Aquello pasó velozmente bajo el puente que unía los dos lados del valle. El río de piedras pulidas comenzó a crecer y amenazaba con desbordarse. Retiramos las vacas y las ovejas lo más apresuradamente que pudimos al tiempo que alguna prenda se atascaba en las tuberías de la bomba que llevaba agua hasta la fuente. La corriente subió y empezó a arrastrar el pasto que delineaba la orilla. Una de las casas se tambaleó y sucedió lo inevitable: tuvimos que desconectar, recoger, reparar las piezas y comenzar todo de nuevo. Sólo pudimos obtener de nuestra hija la promesa de no jugar de nuevo con su Barbie en el nacimiento.

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