Hay un artículo de opinión publicado en El País que corre
como la pólvora en el Facebook de mis amigos venezolanos, por supuesto, y con
toda razón, acompañado con mensajes irónicos y de crítica hacia los españoles que se han
prestado a un acto de “homenaje” al recién fallecido Hugo Chávez. Hago
referencia al encuentro en el auditorio de Comisiones Obreras de Madrid donde se
reunieron dirigentes de la izquierda española para llenarse la boca con los
éxitos de una revolución que ellos ni de lejos han padecido.
Es un enlace que ahora comparto con ustedes
especialmente para mitigar mi frustración y tristeza por el papelón que hacen
algunos dirigentes de mi otro país. La nota viene acompañada de los enlaces de
las distintas intervenciones que hicieron personajes como Cayo Lara, diciendo “…desde
IU, desde nuestro corazón, gritamos ¡Maduro presidente!”. También podemos ver al actor Willy Toledo apoyando
con fervor las dictaduras bananeras con palabras como éstas: “Los millones de
personas, hombres y mujeres de este país, que seguimos apoyando y luchando por
la revolución bolivariana”, y a un Ángel Cappa, hablando de un tal “fútbol de
izquierdas” y diciendo una tontería tras otra.
No voy a alargarme en este asunto, porque estoy
llena de ira y escribir así es malísimo, lo sé. Sólo quiero recordar a los pocos
que se asomen a esta ventanita y que apoyan actos como el que refiero, que en
Venezuela la famosa revolución bolivariana acabó con los sindicatos, es decir,
con cualquier grupo que defendiera a los trabajadores y sólo permite al
sindicato chavista que se pliega mansamente al gobierno, que acabó con todas
las libertades de las que ustedes gozan en este momento y que actos como el de
ustedes hacen no podrían efectuarse sino bajo la amenaza constante de los
esbirros chavistas. Oponerse al régimen en Venezuela implica no tener oportunidad
laboral en el sector público.
Un amigo me dijo una vez que él se niega a pensar
que este país sea sólo PSOE y PP y siempre he compartido ese pensamiento. Creo
que el problema es huir del sentido común para seguir solamente las directrices
que marquen una u otra tendencia. Sin embargo, hoy veo que los españoles ya se están cansando de
la mala gestión continuada de uno y otro partido, y aunque sigo confiando en
que pronto aparecerá un nuevo liderazgo, debo confesar que mi mayor terror es que las tendencias vayan hacia
la gentuza de Izquierda Unida, de los que nunca me cansaré de decir que son unos
panfletarios oportunistas, y que se les ven las costuras por todos lados. De
este tipo de personajes, los venezolanos estamos curados hace mucho tiempo.
Y para terminar, quisiera preguntar a mis amigos
españoles: ¿cómo se sentirían si en Venezuela se ponen a hacer actos públicos
de reconocimiento a Franco? ¿O a Felipe González? ¿O a Aznar? ¿No es como para
que griten a todos “métete en tus asuntos”? O algo más folklórico ¿qué sabe el
burro de pasta de dientes? Las peroratas de siempre, los venezolanos las
conocemos de memoria, y estamos curados de ellas.
Nota: este es el artículo al que hago referencia El mitin póstumo de Hugo Chávez en Madrid
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